Resumen
William Blake publicó el conocido poema 'El Cordero' en su colección 'Canciones de inocencia' en 1789. Examina cuestiones relacionadas con la creación, la inocencia y la influencia divina en el mundo natural.
El poema se compone de varias preguntas con lenguaje contundente que se dirigen a un cordero. El orador comienza preguntando al Cordero acerca de su creador, preguntándose quién lo creó y le dio su carácter amable y compasivo. Al enfatizar las características del Cordero, como su suave lana y sus balidos alegres e inocentes, el poema resalta la imagen de un creador amable.
El hablante considera la posición del Cordero acerca de la creación a medida que continúa el poema. Relacionan al Cordero con otros aspectos de la naturaleza, incluidos el arroyo y el sol, destacando la coherencia y elegancia de la creación de Dios.
Al final del poema, el hablante informa que Jesucristo creó el Cordero, también llamado el 'Cordero de Dios'. El Cordero se utiliza como metáfora para representar la bondad, la pureza y el autosacrificio de Cristo. El orador hace la analogía de que el creador de todas las cosas también puede ser visto como un niño, lo que significa la pureza y simplicidad de la presencia divina.
El poema 'El Cordero' ejemplifica la fe de Blake en la bondad y la divinidad que existen inherentemente en todas las cosas. Destaca la conexión entre todos los seres vivos y su creador y honra la belleza de la inocencia. El poema se lee frecuentemente con 'The Tyger', un poema complementario que examina los aspectos conflictivos de la vida y la complejidad de la creación.
Análisis
Estrofa 1
'El Cordero' es un poema con un mensaje. En este poema, el poeta honra a nuestro Señor Jesucristo, quien fue manso y apacible como un cordero y puro e inocente como un niño. El joven le pregunta al Cordero si sabe quién le dio la vida, quién le dio la capacidad de alimentarse junto a un río y a través de la pradera, y quién lo bendijo con vida. El niño le pregunta si el Cordero sabe quién le dio la lana brillante y sedosa que le sirve de ropa y quién le dio la hermosa voz que llenó de deleite el valle.
En la primera estrofa del poema El Cordero de William Blake, el joven que intenta hablar con el Cordero describe brevemente al pequeño animal tal como lo ve. Al Cordero se le ha dado el don de la vida, la capacidad de buscar alimento junto al arroyo y a través del prado, una lana brillante y sedosa que le sirve de ropa y una dulce voz que alegra el valle. ¿Sabe el Cordero quién lo hizo? A lo largo de las primeras líneas del poema, se plantea la misma pregunta. El pequeño niño le pregunta al Corderito quién lo hizo, quien también quiere saber si lo sabe. El niño siente curiosidad por la persona que le dio la vida al Cordero y lo mantuvo cuando residía al otro lado del prado, cerca del río. H también le pregunta al Cordero quién le dio una cómoda cubierta para el cuerpo (ropa) que es la más suave, lanuda y brillante de dónde la sacó.
Aquí, los lectores reciben una representación realista de un cordero. El niño inocente pregunta continuamente al Cordero en el poema: '¿Quién te hizo?' El Cordero también es interrogado por el niño que le regaló tan hermosa voz de balido, llena de tono agradable por los valles vecinos. La inocencia del niño, el paso inicial en la búsqueda de la verdad de Blake, hace que la estrofa destaque.
'El Niño de la Inocencia vive intuitivamente, disfruta de una comunión espontánea con la naturaleza y ve lo divino en todo'.
Estrofa 2
En la segunda estrofa del poema se encuentra la identificación del Cordero, Cristo y el niño. Debido a que Cristo es manso y humilde como un cordero, también se hace llamar Cordero. Cristo también era un niño cuando llegó por primera vez a este mundo como Hijo de Dios. En esta poesía, el niño se dirige al Cordero como si fuera un niño más que pudiera entender lo que se decía. El Cordero es gentil y apacible, muy parecido al niño, y le brinda gran deleite. El poema captura la esencia de la infancia, incluida su inocencia, pureza y gentileza, así como el amor que un niño tiene por las cosas pequeñas.
El poema adquiere un trasfondo religioso debido a la representación de Cristo cuando era niño. Es poesía pastoral. Otra representación del placer y la pureza en Blake es la nota de poesía pastoral. El niño responde a las preguntas que le hizo al Cordero en la primera estrofa del poema de William Blake The Lamb en las siguientes diez líneas de la segunda estrofa. Según el niño, la persona que creó el Cordero y le dio los numerosos regalos mencionados en el primer versículo también se conoce como el Cordero.
Jesucristo se refiere a sí mismo como un cordero. Jesús el Cordero es apacible (de carácter blando) y manso (sumiso), y tomó forma humana como un niño para la gloria de la humanidad. Ambos son llamados por el nombre de Jesús, y el narrador (yo) es un niño pequeño. Para crear la Trinidad del Niño, Cordero y Redentor (Jesús), el Cordero reconoce a Cristo.
Conclusión
En conclusión, el poema de William Blake 'El Cordero' honra la santidad, la inocencia y la presencia divina que existe en el mundo natural. El orador se pregunta quién es el creador del Cordero mientras le plantea una serie de preguntas mientras alaba su gentileza y mansedumbre. El poema destaca la conexión entre Dios, la humanidad y todos los demás seres vivos y al mismo tiempo muestra el gran respeto de Blake por la belleza de la naturaleza. El poema conecta a Jesucristo con el Cordero al explicar que el Cordero fue creado por el Cordero de Dios, enfatizando los atributos divinos de ternura, pureza y amor abnegado. El poema es encantador e inspira asombro y respeto por la creación porque Blake utiliza imágenes vívidas con un lenguaje rítmico. El recordatorio emocional de la bondad y la divinidad subyacentes en el universo que ofrece 'El Cordero' anima a los lectores a reflexionar sobre el significado y los misterios más profundos de la vida.